Dinámico
o estático
En la
fotografía deportiva se puede elegir entre dar “vida” a la acción o congelarla.
Unas velocidades de obturación altas (1/160 o más) congelarán el movimiento;
las gotas de agua que caen de los deportistas al salir del agua, el sudor, el
braceo, las zancadas, los gestos, etc… Es frecuente utilizar teleobjetivos
(200mm o más largos) para desenfocar fondos y mejorar la perspectiva, siempre
que lo que haya detrás no nos guste mucho.
Las
velocidades bajas (1/80 o menos) ayudan a crear movimiento y valen para que la
acción sea más dinámica. En estos casos es buena la técnica del “barrido”
(encuadrar al objeto, seguirle con la cámara bien sujeta y disparar cuando se
crea oportuno). Los fondos aparecerán borrosos por la acción de movimiento de
la cámara, y el sujeto estará nítido, o parte de él, porque su movimiento
coincidirá con el que nosotros realizamos en el “barrido”. Si bajamos mucho la
velocidad corremos el riesgo de que la foto no quede bien, ya que el propio
movimiento que realizamos, si no es muy suave y sin brusquedad, echará a perder
la instantánea.
Correr no solo es competir contra el cronómetro o contra los adversarios, también es una forma de expresarse ante sí mismo
El triatlón es una especialidad dura, pero muy completa, en la que los deportistas se exprimen al máximo durante los tres segmentos de los que consta la competición.
Chema Martínez
El momento de máxima tensión en una carrera es el segundo previo a tomar la salida... pulsaciones al máximo, músculos apretados, miradas perdidas...
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